En este extenso artículo explicamos los pasos a seguir
cuando nos encontramos con un caballo que invierte el cuello y hunde el dorso.
1_Introducción al mal del cuello invertido
El “mal del cuello invertido” y su consecuencia aparejada de
dorso hundido, parece extenderse como la pólvora. Es en cierta medida lógico:
la cabaña equina vuelve a aumentar, una vez hemos dejado atrás los años de
economía de guerra en los que apenas se criaron caballos a la par que decenas
de ellos fueron a parar al sitio de que nunca se vuelve.
Las hípicas vuelven a estar llenas y aumenta el número de
personas que tienen caballos. Ahora bien, lo
que no aumenta es la buena Equitación ni los conocimientos sobre principios
básicos de entrenamiento, por lo que los
problemas con los caballos, lejos de decrecer, van en aumento, pues la suma de más caballos con los mismos pobres
conocimientos de siempre, solo puede arrojar como resultado un aumento de los
problemas hípicos. Y de entre todos ellos, uno muy frecuente, es el de los
cuellos invertidos.
Veamos brevemente qué causas son las que pueden provocar que
un cuello se invierta.
2_Origen natural del cuello invertido. Lo primero que
tenemos que tener en cuenta es que la posición de cuello invertido, aunque
afecta a todo el cuerpo como después veremos, es totalmente natural en un caballo y hasta necesaria en su
condición de presa, puesto que es la
postura que adopta cualquier caballo al ponerse alerta ante lo que él considera
como un peligro potencial. Al hundir el dorso e invertir el cuello su
cabeza se coloca en el punto más alto, sus ojos y sus oídos se afinan al máximo
y apuntan en la dirección en la que está ese supuesto riesgo.
Al colocarse de esta manera, el peso del caballo, que por lo general reposa en un 60/70% sobre el tercio anterior, pasa a estar más equilibrado y cargar más sobre el tercio posterior, fundamental por si hay que ponerse al galope de inmediato con buen equilibrio.
Siempre que sucede esto, el corazón empieza a latir bastante más rápido, bombeando mucha más sangre especialmente a los músculos de los posteriores por si hay que salir galopando a toda velocidad. A la par, el cerebro segrega más cantidad de cortisol para ayudar a estar más alerta aun. El caballo tiene la capacidad de activar este mecanismo de alerta en menos de un segundo, lo cual le ha servido para salvarse de numerosos peligros a lo largo de su historia evolutiva.
Al colocarse de esta manera, el peso del caballo, que por lo general reposa en un 60/70% sobre el tercio anterior, pasa a estar más equilibrado y cargar más sobre el tercio posterior, fundamental por si hay que ponerse al galope de inmediato con buen equilibrio.
Siempre que sucede esto, el corazón empieza a latir bastante más rápido, bombeando mucha más sangre especialmente a los músculos de los posteriores por si hay que salir galopando a toda velocidad. A la par, el cerebro segrega más cantidad de cortisol para ayudar a estar más alerta aun. El caballo tiene la capacidad de activar este mecanismo de alerta en menos de un segundo, lo cual le ha servido para salvarse de numerosos peligros a lo largo de su historia evolutiva.
En esta postura y en este estado de alerta puede permanecer
un tiempo determinado, y según lo que el caballo considere, decidirá huir y
tomar distancia del peligro, o simplemente dar unos trancos de trote muy
“passageados” hasta colocarse en un lugar en el que observar mejor el posible peligro y entonces ya
decidirá si sale corriendo o finalmente decide que el peligro no requiere huida
y vuelve a la relajación.
Por lo tanto, la
postura del dorso hundido con el cuello del revés, como vemos, no solo es
propia del caballo como animal de presa, sino que es un excelente mecanismo de supervivencia que le permite desplegar
toda su capacidad de atención y su potencia de huida en décimas de segundo. Recordemos
que el caballo no ha evolucionado para
hacer Equitación, sino para sobrevivir, y aunque el cuello del revés y el
dorso hundido es algo que nos dificulta la Equitación, para el caballo es un
mecanismo innato de supervivencia.
comprueba en este vídeo la rapidez con la que un caballo puede activar su postura de alerta invirtiendo el cuello y como eso mismo hace que los rendajes fijos en la cuerda supongan un gran riesgo
Ahora bien, como todos los mecanismos de supervivencia (los
humanos por ejemplo tenemos un sistema parecido), si se mantienen por mucho tiempo, y si se repiten con frecuencia,
tienen consecuencias muy negativas. A nivel fisiológico, el segregar
cortisol por demasiado tiempo produce desajustes
endocrinos que mantenidos en el tiempo tienen consecuencias muy graves en
el organismo (debilidad del sistema inmune, desajustes metabólicos, etc.), y a
nivel muscular, produciría una hipertrofia
de los músculos de la base inferior del cuello y una atrofia de los músculos
del dorso, es decir, nos estropea todo aquello que necesitamos para que el
caballo nos permita montarle de un modo sano y en el que disfrutemos, con
posturas óptimas y cómodas, y como
consecuencia biomecánica, su paso se hace más corto, los pies dejan de
entrar debajo de la masa, sus abdominales están tan estirados que no pueden
funcionar como deben (contraídos), y en general, pasa a ser un caballo tenso, que apenas camina, y que
en definitiva, es muy desagradable montar.
Si a eso le sumamos que
los caballos que se pasan la vida invertidos y tensos, tienen muchas más
probabilidades de lesionarse porque usan su cuerpo de un modo inadecuado, y
que son mucho más propensos a sufrir
enfermedades de cualquier tipo pues su sistema inmune, siempre bajo debido
al estrés, no puede hacer frente con la misma fuerza a virus y bacterias, nos
encontramos con un cuadro que cuanto antes atajemos, mejor para el caballo.
A eso además, hemos de añadirle otro factor, y es que el caballo que se invierte normalmente al
ser montado, suele asustarse mucho más y de cosas sin importancia, que los
caballos que no se invierten, por la sencilla razón de que su cuerpo siempre
está en posición de alerta, lo cual manda una señal a su cerebro: “puede haber
peligro por cualquier sitio”. Esto es puro condicionamiento fisiológico, es
decir, en vez de ser el cerebro el que manda la orden al cuerpo de ponerse en
alerta porque la vista o el oído han percibido un posible peligro, el propio
cerebro interpreta que debe haber algún peligro rondando puesto que el cuerpo
está en postura de alerta. Y por eso, a
un caballo que esté asustado y adopte la postura de alerta y no haya ningún
peligro real al lado, si le provocamos sin coacción que estire el cuello y baje
la nuca a la altura de su cruz, se
relajará inmediatamente, porque su cerebro interpreta que si el cuello está
estirado y la nuca baja, no hay peligro real.
3_Causas del
cuello invertido en Equitación.
A_Estrés y
miedo general del caballo. Como acabamos de ver, el cuello invertido y el dorso
hueco pueden obedecer a causas estresantes o al menos que el caballo interpreta
como estresantes. Si tenemos un caballo al que cuando lo montamos, nosotros
mismos lo estresamos por nuestra manera de montar, no nos quepa duda, de que el
caballo cada vez se invertirá más. Pero de esto, hablo más en la causa B,
aunque siempre debemos tener presente que el estrés y la mala monta son caminos
de ida y vuelta continua, es decir, la mala monta lleva al estrés y el estrés
produce un caballo invertido en la monta.
Es lo que
veíamos antes del condicionamiento fisiológico. Ahora bien, igualmente, este
condicionamiento puede ser una ayuda si sabemos cómo aplicarla, pues una buena
monta y un buen trabajo a la cuerda, pueden conseguir que un caballo deje de trabajar
invertido.
B_Monta
inadecuada. Como decíamos antes, una mala Equitación puede llevar a un caballo
a invertirse. Por ejemplo:
-Culadas en
la montura. Personas con mal asiento que carecen de buen equilibrio, y como dan
culadas (o culetazos), se hunden en la montura, y por lo tanto en el dorso, con
lo que el caballo ahueca su lomo y en consecuencia, invierte su cuello. Si se
permanece mucho tiempo en esta postura, el caballo cada vez se habitúa más a
llevar su cuerpo de esta manera y mantenido en el tiempo nos encontramos el
riesgo de que el caballo vaya modificando su musculatura de tal forma que
directamente en cuanto cualquier persona se sube, ya esté invertido
directamente.
_Bocados
severos usados con mano rígida. Un bocado con mucho mando junto a una mano que
solo hace trincarse de las riendas, provoca que el caballo en su huida de la
presión que siente en la boca, lleve su cabeza todo lo atrás que pueda, y como
ve que incluso así no es capaz de encontrar alivio, puesto que las manos del
jinete siguen inamovibles tirando hacia atrás, empieza a adoptar la postura de inversión.
Este caballo fue víctima de un hierro grande y una mano dura y eso le dejó un cuello totalmente del revés y el dorso hundido.
_Usar
sistemas bitless sin tener conocimientos de métodos de descontracción del cuello. Montar sin hierro per se no conduce a nada. Podemos montar sin hierro, pero es fundamental MONTAR BIEN. El problema es que una mala monta, con o sin hierro, no ayuda en el caso de los cuellos invertidos, y muchos propietarios creen que eliminando el hierro solucionan el problema, cuando la solución está por encima de todo, en la manera de montar. Además, ciertas cabezadas bitless, por el modo que tienen de hacer presión sobre la cara del caballo, pueden invitar al caballo a invertirse si no se usan con precisión y técnica. Sobre el asunto bitless te recomiendo este artículo que escribí.
-Usar
monturas en mal estado o inadecuadas a la conformación de nuestro caballo, exceso de salvadorsos, cinchas rígidas y otros factores que incomodan o provocan daño al caballo en el dorso y en la zona torácica, abdominal (los abdominales llegan más adelante de lo que las personas creen) y lumbar.
-Bocas con
puntas que harán que el caballo vaya evitando el dolor y adopte posturas antiálgicas.
-Dolor en los
posteriores.
-Dolor en la
región lumbosacral.
-Falta de
musculatura en la grupa
Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta el siguiente paso
Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta el siguiente paso
4_MUY
IMPORTANTE: Ayuda profesional veterinaria.
Si tenemos un
caballo con el dorso hueco y el cuello del revés con hipertrofia en la zona de
los braquios, es muy probable que haya dolor no solo en el dorso, sino en otras zonas.
Antes de empezar a trabajar el caballo para que deje de invertirse, es muy importante que un buen veterinario
especialista en rehabilitación examine el caballo, determine su grado de dolor,
y a su vez, explore el resto del cuerpo para ver qué otros puntos de dolor
puede tener, y dónde puede estar el origen de esta postura del caballo, pues
hemos visto que los factores desencadenantes pueden ser varios.
José Miguel Gómez, de Dorso Equino, veterinario especialista en rehabilitación.
5_Plazos para
que el caballo deje de estar invertido.
Una vez
tenemos un diagnóstico veterinario (¡no te saltes este paso!) y somos conscientes de cuáles son los
posibles factores que pueden llevar a que una postura natural en el caballo se
convierta en un mal hábito que sostenido en el tiempo puede llegar a causarle
importantes daños fisiológicos y biomecánicos, tenemos que ser conscientes de
que cada caballo requerirá un periodo de trabajo concreto y que dependerá del
tiempo que le dediquemos y de los conocimientos que tengamos sobre las
distintas técnicas que pueden ayudar a paliar este problema.
Es importante
aclarar que aunque dominemos las técnicas y consigamos desinvertir un caballo
en un instante, para paliar los efectos negativos que en su cuerpo ha creado la
inversión de un modo prolongado, necesitaremos tiempo para revertir las
consecuencias de una postura invertida mantenida en el tiempo. Por regla
general, a más tiempo se haya montado un caballo de modo invertido, más necesitaremos
prolongar el trabajo para eliminar las consecuencias musculares y fisiológicas
que se han desarrollado en su cuerpo. Por lo tanto, una cosa es el poner
solución inmediata, y otra muy distinta es crear un plan de entrenamiento
específico, programado en el tiempo y encaminado a hacer que ese caballo que ha
hecho un uso tan inadecuado de su cuerpo, vaya modificándolo progresivamente.
Si crees que tu caballo necesita un plan específico pero no sabes por dónde
empezar, puedo ayudarte con planes de entrenamiento específicos para tu caballo.
Por esto que acabamos de comentar, los
rendajes “trampa” no sirven para nada. Pueden hacernos creer que han arreglado
el problema pues un caballo que habitualmente trabaja invertido, si se le
colocan unas riendas de atar, se pone “redondo” como por arte de magia, pero
normalmente esto no hará sino encaminar al caballo a que empeore, pues lo que
haces es camuflar los síntomas mediante presión en la boca y no investigar en la
posible causa del problema.
Un caballo que se invierte, deja de emplear sus posteriores, no usa sus abdominales contraídos para sustentar al dorso, este se hunde y el cuello se invierte, por lo tanto, lo que tenemos que conseguir es justo lo contrario, es decir que el caballo trabaje con los pies entrando, los abdominales contraídos, el dorso estirado y, como consecuencia, si todo lo anterior se cumple, el cuello irá relajado y estirado.
¿Y esto cómo se consigue?
De muchas formas, vamos a mencionar las más básicas:
De muchas formas, vamos a mencionar las más básicas:
6.1_Modo de vida general del caballo. Un caballo que vive en
un prado en el que puede moverse libremente, que come del suelo, se revuelca,
etc, va a pasar la mayor parte del día con el dorso estirado y un cuello en
posición óptima. En cambio un caballo en box, sin moverse, con la cabeza en
alto, con la comida en un pesebre alto, que no se puede revolcar, etc., tendrá
unas condiciones poco favorables para que su físico mejore. Tened en cuenta que
nosotros pasaremos con el caballo trabajándolo una hora de media al día como
mucho, por lo que lo que haga en las restantes 23 son fundamentales.
6.2_Trabajos a la cuerda en cuestas, desniveles, etc. Las
cuestas, montículos (por pequeños que sean), ayudan al caballo a usar su
mecanismo de balancín (cuello/cabeza) de un modo óptimo para equilibrarse.
6.3_Trabajo a la cuerda con saltos especialmente fondos
y troncos.
6.4_Trabajo pie a tierra con rendajes NO a la boca
6.5_Trabajo montado específico para desinvertir
6.6_Trabajo montado con rendajes auxiliares. Yo uso sistemas
de riendas deslizantes tanto de un modo bitless como con filete, dependiendo
del caballo y de su fase de entrenamiento. En el curso sobre rendajes explicaré
este tema detalladamente.
6.7_Ayuda profesional en la rehabilitación, por parte de un buen veterinario especialista en fisioterapia u osteopatía, según el caso.
En mi opinión y por mi experiencia, lo mejor es conjugar todos
estos elementos, y si se trata de un caso extremo, con el dorso muy hundido,
priorizar claramente el trabajo a la cuerda y olvidarnos de montarlo, si hace
falta por un periodo de tres meses o incluso más.
Si hablamos de rendajes, claramente tenemos que distinguir,
los que se usan en el trabajo a la cuerda y los que usamos montados. La gran
diferencia es que cuando estamos trabajando a la cuerda, no tenemos nuestra
mano para dosificar, por lo que no soy partidario de nada que vaya a la boca, por
lo que no creo en los arreglos de “maquillaje” que proporcionan las riendas de
atar o las mismas riendas de montar amarradas a la cincha como hacen decenas de
personas. El caballo se coloca “redondo”, sí, pero eso no significa que esté
usando bien su dorso, pies, etc.
Hay que valorar al caballo en su conjunto, no solo en su postura de cuello
7_ Profundicemos en los rendajes:
Veamos una serie de consideraciones sobre los rendajes que
fuerzan al caballo mediante presión en la boca en el trabajo a la cuerda, aunque para mi el principal problema es que la mayoría de personas que usan rendajes, sobre todo los fijos, es que solo se fijan en el cuello, y no tienen en cuenta que lo que sucede en el cuello, no es más que la consecuencia de cómo van funcionando los pies y la sinergia cuello/riñones, por lo que un caballo puede ir con el cuello más recogido del mundo, arqueado y muy estético, pero sin sus pies ni abdominales funcionar del modo correcto, con lo que el ejercicio realizado con el rendaje, pasa a ser totalmente nulo, y en la mayor de las veces, dañino. Pero además:
7.1_Si un rendaje obliga al caballo a adoptar una postura de
un modo forzado pasando por la embocadura, ya no es Equitación, sino someter por la fuerza. Y la Equitación debe
buscar indudablemente la implicación del caballo, pero de un modo en el que él se sienta estimulado a entregar lo mejor
de sí mismo, no a sacárselo a base de elementos coercitivos. Esta segunda
opción, tiene dos consecuencias en
el tiempo:
7.2_ Al esconder los síntomas de la inversión y no ahondar en
sus causas, pueden ayudar a la aparición de lesiones, dolor, tensión, etc.
7.3_Rechazo del
caballo al trabajo por las molestias que
le provoca ese rendaje.
Por lo tanto, cualquier cosa que hagamos con el caballo, debe ir basada en la estimulación, no la coacción.
Yo no me posiciono en contra de los rendajes, sino que predico en favor de aquellos rendajes que el caballo entiende de manera
positiva, y sobre todo, nosotros sabemos ir graduando en función de cada caballo y el momento físico y psíquico en
el que se encuentre.
Esto me hace descartar
sistemáticamente los rendajes a la boca en la cuerda, ya que son coercitivos
100%, tales como riendas de atar, chambones, etc. No enseñan nada bueno al
caballo, ni a coger contacto ni a tomar el bocado ni nada de eso que nos han
contado habitualmente. Lo único que
hacen es provocar una situación
contra la que el caballo lo único que puede hacer es esconderse, usando el enorme
rango de movimiento que le permte el ligamento nucal. A la vista puede parecer
que el caballo adopta una postura reunida o bonita, pero solo a la vista. El
caballo aprende que no hay otra salida que “esconderse·, puesto que es la única
solución que le queda, ya que la presión es continúa e inamovible.
Clásico uso de las riendas de atar. Se cree que por llevar el cuello encogido el caballo va trabajando el el dorso, tomando contacto y empleando el cuello de modo óptimo, pero se consigue justo lo contrario.
Hemos de saber que si
un caballo no responde a un estímulo o
no se coloca en una determinada posición, pueden estar sucediendo dos
cosas:
A_Que su cuerpo
(músculos, articulaciones, etc.) no está
preparado para adoptar la postura que le pedimos y del modo en el que se lo
pedimos
B_Que tiene dolor
o como mínimo molestias que le impiden
adoptar dicha postura.
Hay una gran cantidad de caballos con lesiones y con una
enorme aversión al trabajo debido al uso indiscriminado de rendajes. Caballos
que han quedado casi inservibles gracias a que las personas que los han manejado
les han colocado toda clase de rendajes que pasan por la boca con una sola
idea:
“Vas a moverte en esa
postura, quieras o no”
Si supierais lo frustrante que es estar frente a un caballo
que si no se le hubiera trabajado tan mal, tendría un buen físico y una buena
actitud hacia el ejercicio. Caballos a los que no solo les han destrozado parte
de su cuerpo, sino sus ganas de colaborar. He conocido demasiados caballos así,
y todos en su mayoría, por lo mismo: porque cayeron en las manos de personas
que creen que un caballo es como una máquina, a la que pueden forzar a su
antojo sin que ello traiga consecuencias.
Por eso, todo aquel jinete que pretenda conseguir a base de
rendajes determinadas posturas, y sin dicho rendaje, su caballo muestra
posturas “anormales”, se está engañando a sí mismo al colocar un rendaje y
creer que así el problema está solucionado. Al revés, no solo lo oculta, sino
que irá agravando el problema.
Aquel profesor o hípica que de clase con un caballo que por
los motivos que sea, tiende a invertirse o mostrar signos de dolor, y para
esconder dichas muestras de dolor, usen gomas o rendajes fijos a la boca del tipo que sean.
¿Qué clase de Equitación corrupta están enseñando?
Con eso no hacen sino machacar al caballo y estafar a sus alumnos además de inculcarles al camino fácil y rápido del rendaje tramposo, en lugar de enseñar a sus alumnos a preguntarse qué puede pasarle a un caballo si es incapaz de colocarse en postura óptimas de trabajo. Pero para eso, estos profesores deben por un lado ser capaz de formular dichas preguntas primero, y ser capaz de encontrar respuestas, y después, claro está, deben tener los conocimientos suficientes para preparar un caballo de manera que vaya a más con el tiempo y pueda colocarse en cualquier postura, por exigente que sea, con la simple ayuda de sus manos y sus piernas, con un sencillo filete y sin más artificios.
Con eso no hacen sino machacar al caballo y estafar a sus alumnos además de inculcarles al camino fácil y rápido del rendaje tramposo, en lugar de enseñar a sus alumnos a preguntarse qué puede pasarle a un caballo si es incapaz de colocarse en postura óptimas de trabajo. Pero para eso, estos profesores deben por un lado ser capaz de formular dichas preguntas primero, y ser capaz de encontrar respuestas, y después, claro está, deben tener los conocimientos suficientes para preparar un caballo de manera que vaya a más con el tiempo y pueda colocarse en cualquier postura, por exigente que sea, con la simple ayuda de sus manos y sus piernas, con un sencillo filete y sin más artificios.
Por último, veamos las principales consecuencias
musculares de los rendajes fijos
_A más tensión en la parte superior del cuello, mayor tensión se crea en las regiones
lumbares y pélvicas. Esa tensión termina creando rigidez al principio y dolor
con el tiempo, lo que claramente predispone a los caballos a no querer
trabajar, ya que en estas posturas, el caballo lo pasa mal.
_Otros problemas que ese exceso de tensión crea en el cuello
es la contracción excesiva del mismo, lo cual acarrea una musculatura desigual
en ambos lados del cuello, pues al final, en su propia asimetría, el caballo intenta
ir aliviándose como puede de la presión a la que le somete el rendaje en la
boca. Con el tiempo, si bien al principio estas posturas las adopta el caballo
para aliviarse, pero mantenidas a lo largo de días y días, hace que el cuello
se vaya desarrollando de un modo desigual y eso dificulta aún más un trabajo de
Equitación que ya de por sí se hará bastante difícil en un caballo sometido por
un rendaje
_Con el cuello tan contraído como provocan las gomas, las
riendas de atar y todo aquello que obligue el caballo a ir con el cuello
encogido, la faringe no puede recibir todo el aire que los pulmones demandan,
por lo que el corazón tiene que trabajar a muchas más pulsaciones para poder mandar
la misma cantidad de oxígeno. Esto a la larga crea enormes problemas en todo el
organismo del caballo, ya que el cuerpo recibe mucho menos oxígeno del que
demandan sus órganos, y el corazón tiene que dar prioridad a los músculos
puesto que el jinete le va pidiendo trote o galope, por lo que el caballo,
acusa la fatiga cardiovascular, e igualmente su cerebro, que demanda bastante
riego sanguíneo, e igualmente otros órganos importantes que se ven privados del
oxígeno que requieren. Como es lógico, al pasarlo tan mal, el caballo, además
de encaminarlo a la lesión, terminará odiando el trabajo.
_Con la postura de cuello forzada, los músculos y ligamentos
del dorso estarán funcionando mal y recibiendo una presión contra la que en
dicha postura no pueden defenderse, por lo que las apófisis espinosas sufrirán
bastante y primero aparecerá dolor de dorso y después lesión.
_Ante la tensión inamovible que el rendaje provoca en la
boca y ante la que el caballo ve que no puede escapar de ningún modo, reacciona
bloqueando la mandíbula y las articulaciones adyacentes, por lo que además de
encaminar a una más que probable lesión y rigidez de dichas zonas, vamos a
tener un caballo que será imposible que haga Equitación, puesto que para la
Equitación necesitamos tener todas las articulaciones del caballo descontraídas,
y la primera de todas precisamente, ha de ser la de la mandíbula.
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